jueves, 24 de febrero de 2011

Pasaron desapercibidos

La mayor parte de nuestra sociedad, se suele centrar en sí misma y no llega a ver lo que verdaderamente sucede a su alrededor. Vivimos en una sociedad, en la cual, ocurren diversos sucesos de alta gravedad, como son el terremoto de Haití, la violencia de género, las guerras, las enfermedades, la gran crisis económica por la que atraviesa nuestro país etc. Y normalmente, las personas no le atribuyen la importancia que requiere a estos sucesos. Puesto que, a nuestro parecer se le da más relevancia a acontecimientos de menor grado, como son, la nueva ley antitabaco, o los deportes, especialmente el fútbol, cubriendo así, los problemas más trascendentales.

Por ejemplo, hace ya más de un año que en la ciudad Haitiana, murieron miles de personas, a causa de aquel horrible terremoto. La catástrofe fue tanta, que, la ciudad quedó completamente devastada. En su día e incluso pasados ya unos meses, los informativos no dejaban de hablar sobre aquel acontecimiento tan importante, dándole así, una máxima repercusión. Conforme iban pasando los meses, dejaron de comentar sobre dicho suceso, llegando al punto, de que la sociedad dejara de interesarse por los Haitianos. ¿Cómo hemos podido llegar a esto? ¿Por qué se ha arrebatado paulatinamente la información, llegando hasta el punto de desconocer qué pasa ahora en Haití?. Hay personas, que su mentalidad está basada en teorías como, "Como yo vivo cómodamente y estos problemas no me influyen de manera directa, doy por hecho que tales cosas no me sucederán, y por tanto no tengo la necesidad de preocuparme de algo tan lejano". ¿Pensáis realmente que el ser humano puede llegar a ser tan egoísta?.


Por otra parte nos encontramos con el problema de la violencia de género, al cual otorgan la importancia que éste requiere. Desgraciadamente, nuestra sociedad ve el problema como algo normal, al igual que ocurre con otros asuntos. También ocurre en las casas que dicen cosas para evitar enfrentarse a la realidad como, "¡Cambia de canal! que siempre es lo mismo", " No me apetece ver esto, es muy triste".
Tanto los problemas expuestos hasta ahora, como muchos otros, están pasando desapercibidos, teniendo en cuenta que aún siguen vigentes.


Para finalizar, el mayor problema que podemos destacar, dentro de España, es claramente la crisis económica. A la que los informativos siempre le han otorgado la importancia requerida, desde hace varios años, puesto que pensaban que la solución llegaría pronto. Viendo que no se ha llegado todavía a ningún resultado concreto, la única opción a la que recurren, para hacer que la sociedad no se alarme, todavía más, es evadir el tema. Para ello, los medios de comunicación actúan, introduciendo otro tipo de asuntos, como es la nueva ley antitabaco o los deportes. Si verdaderamente la economía es tan decadente ¿cómo puede haber tantas personas que gastan su dinero en asistir a concentraciones, que realmente no son tan necesarias, como puede ser cubrir los gastos para subsistir?.




jueves, 3 de febrero de 2011

Maneras de educar

¿Pensaís que la educación se adquiere solo en el entorno familiar, en el ámbito escolar o en ambos?, ¿Se necesitan unos valores mínimos para que pueda transcender la educación?, ¿Las amistades influyen en nuestra educación?, Si los padres tienen unos valores otorgados, ¿Esto supone el camino a seguir por parte de los hijos?. A continuación intentaremos responder a dichos planteamientos, que pueden generar importantes logros con vistas hacia el futuro.


Actualmente, la pubertad es una de las peores épocas de nuestra vida, tanto para familiares como para profesores, ya que, es donde realizan un mayor esfuerzo para hacernos conseguir, esos valores mínimos de la educación. En ocasiones esto no se llega a alcanzar, hasta el punto de adquirir modos oscenos de actuar, perdiendo así el respeto hacia las demás personas. ¿Qué pensáis de esto? ¿A qué se puede deber?.
A nuestro parecer, este problema no significa que sea generado a causa de los padres, aunque pensamos que gran parte de la "culpa" sea de ellos. Lo que tampoco quiere decir que el hijo deba seguir los valores inculcados por los padres. También cabe decir que, tanto el ámbito escolar como el entorno social influye también de manera considerable en nuestra educación, pero nosotras en esta entrada nos centraremos más en el entorno familiar.
Ahora os mostraremos dos puntos de vista diferentes de inculcar la educación, mostrando así nuestra forma de ver lo mejor para adquirirla.
Imaginaros, un padre que le reclama a su hijo que colabore en las tareas domésticas, éste se queja de todo lo que le manda. El padre insiste en que lo debe hacer, hasta el punto de cabrearse. El hijo le dice al padre, que lo hará pero más tarde. Al cabo de unas horas el padre sigue sin ver resultado, por lo que reclama otra vez que lo haga. Tras mucho insistir el hijo cede y lo hace desganado. Pasan los días y siempre le tienen que decir constantemente que debe ayudar en casa. El padre le da un discurso, el cual influye en el hijo y se da cuenta de su error. Por tanto aprende que debe colaborar al igual que los demás miembros de su familia que lo realizan sin replicar.
Poneos ahora en esta situación contraria a la anterior. En este caso el padre insiste de la misma forma, pero con la diferencia que al pasar las horas y ver que el hijo no las hace, da su mano a torcer y las hace él.
¿Creéis qué esto es una buena forma de educar? Nosotras pensamos que no, ya que si es necesario que un padre le regañe a su hijo lo debe de hacer, aunque el hijo al principio no lo entienda, en el futuro lo agradecerá. Puesto que si el hijo realiza las actividades, a cambio de regalos por parte de sus padres, para que no se queje, a lo largo del tiempo, cada vez que las haga se sentirá orgulloso de sí mismo y le hablará a sus padres de ellas como si fueran un logro.
Creemos también que si esos valores tienen sus comienzos en la infancia, a lo largo de los años seguirán creciendo de forma que perdurarán en la persona y éste los transmitira al resto.

A modo de conclusión diremos, que no solo los valores inculcados por los padres pueden influir, sino que también los tuyos propios pueden transcender a ellos, ya que todo el mundo está expuesto a aprender día a día cosas nuevas y es indiferente la vía por la que provenga.